Distancias y Diferencias Redondas
...me levanté un Domingo a la tarde luego de haberme acostado a la madrugada... me había puesto el despertador a las 4pm como siempre para ver los partidos de futbol de las ligas Europeas y los de la liga local. Me encontré con un inconveniente dado que los dos equipos que suelo seguir estaban jugando simultaneamente, transmitidos por dos canales del cable. El Real Madrid jugando en el Santiago Bernabeu y del otro lado el oceano, mas cerca nuestro: Boca en la Bombonera.
Se me hizo complicado poder observar ambos partidos haciendo zapping constantemente. Principalmente porque fui preso de la mala suerte al momento de cambiar de canal y siempre perderme los mejores momentos de cada partido; cambiaba tarde para encontrarme siempre con el final del grito de gol, el festejo y la repetición... frustrante.
De todas maneras no fue del todo una perdida de tiempo: En un determinado momento la camara enfocó a la tribuna del Santiago Bernabeu, observe un instante. Cuando cambie de canal me encontré con la misma imagen pero de la Bombonera. Me quedá saltando de canal en canal una y otra vez pudiendo apreciar la gran diferencia de "ambiente" que había en las tribunas de allá y de acá.
Me parecieron muy particulares las diferencias en cuanto a la forma de "vivir" los partidos que adoptamos acá y las que adoptan allá.
Para entender la raiz de estas disimilitudes uno tiene que entender cual es el "uso" que la gente le da al "ir a la cancha", ¿ porque van ?
En Europa ir a la cancha para la mayoría de la gente se puede comparar con ir al teatro. Están yendo a disfrutar un espectaculo deportivo comodamente sentados en sus butacas acolchonadas.
El público que frecuenta los estadios suele variar, la mayoría de la gente va cada tanto, comparable al cine.
La euforia es escasa, los silencios suelen ser grandes y la atención del público siempre está fija en el juego. Las canciones no existen, los gritos resultan casi fuera de lugar y la gente suele reprobar mas que alentar. Por eso no hay necesidad de utilizar alambrados o alguna separación entre los jugadores y el público que, en su mayoría, pertenece a la clase media y media alta.
Los goles se aplauden mas de lo que se gritan, y muchos ni se paran al momento de las acciones que llevan peligro de gol.
Al finalizar el encuentro se retiran pacifica y ordenadamente. Probablemente unos minutos después volviendo a sus casas ya ni les aflije o alegra el resultado.
En este país el Futbol es "Pasión de Multitudes" como el conocido termino bien describe. Pero en este caso me voy a centrar en el significado original de la palabra Pasión.
Las pasiones del espiritu eran, para los griegos, los impulsos y descargas irrefrenables del alma que hacen al ser humano cometer errores para luego darse cuenta de ello y en acto de arrepentimiento sufrir la famosa "Catarsis": purificación del espiritu y el alma.
En una cancha de futbol del ambito local todo esto aparece junto. La gente va a la cancha para descargar las presiones que la vida presenta. Está pasión genera una abstracción casi total de la realidad cotidiana.
La gente que va a las populares es en general gente de clase media baja y baja; muchos integrantes de la clase obrera que una vez por semana, a puro grito, salto y emoción descargan y olvidan todo aquello que los aqueja en la tan complicada vida del Siglo XXI.
Muchísimas veces se observan en las populares personas que no miran el partido, simplemente están parados en las butacas o las barandas mirando hacia la hinchada cantando y agitando los brazos, remeras o banderas como si fueran directores de la orquesta (un poco vulgares).
La magnitud de la competencia entre las barras suele sobrepasar aquella que se lleva a cabo dentro del campo de juego entre los dos equipos. Las canciones son el caballito de batalla (porque realmente suelen ser batallas) y las connotaciones en ellas presentes serán motivo de orgullo para locales y humillación para el equipo contrario. Los datos históricos están siempre presentes, junto con miles de ironías y frases con el arraigo de profundos deseos de provocar dolor a un hincha enemigo. Ni hace falta decir que estas batallas a veces cobran demasiada realidad transformandose en violencia fisica, pero no me voy a detener en aquello (Además no es una diferencia entre culturas ya que en Europa sucede también, aunque con menos periodicidad)
El gol es el momento de máxima euforia. Provoca afonías directamente proporcionales a la diferencia en el resultado o la cantidad de goles. Silbidos, gritos, saltos, gente colgada del alambrado y demasés.
Una vez terminado el juego (y cuando las pasiones no se transforman en trifulcas), la gente se retira con el humor siempre reflejado en el resultado. A comer y dormir temprano, sin querer conversar con nadie y ni ahí comprar el diario al otro día si el equipo perdió. A festejar con una gran cena acompañada de mucho alcohol si el equipo ganó; luego ver el repaso de la fecha entrada la madrugada del lunes y despertarse con Olé camino al trabajo para revivir la felicidad del día anterior.
Creo que hay pocos detalles de la vida cotidiana de una ciudad europea que disiente tanto con lo sucedido en Buenos Aires como es la forma de vivir el Futbol y la asistencia a los estadios.
Igualmente me queda una duda... ¿Cuales serían las reacciones si invirtieramos el papel de un individuo de la tribuna del Madrid con un hincha de Boca?
Me imagino a un Español sentado incomodamente en los escalones de la Popu con su tapado de piel, sus zapatos de gamusa y su puro humeante. Siendo observado como si fuera un mono de circo por la 12 que no sabrían si escupirlo o reirse a carcajadas por el sin sentido que la situación provocaría.
Del otro lado veo a un gordito en cuero con un tetra en una mano y la remera siendo revoleada por la otra; todo sudado, saltando y mirando hacia las gradas superiores del Bernabeu al grito de:
"Vamoooooss! gallegos amargos, Canten!"
...me levanté un Domingo a la tarde luego de haberme acostado a la madrugada... me había puesto el despertador a las 4pm como siempre para ver los partidos de futbol de las ligas Europeas y los de la liga local. Me encontré con un inconveniente dado que los dos equipos que suelo seguir estaban jugando simultaneamente, transmitidos por dos canales del cable. El Real Madrid jugando en el Santiago Bernabeu y del otro lado el oceano, mas cerca nuestro: Boca en la Bombonera.
Se me hizo complicado poder observar ambos partidos haciendo zapping constantemente. Principalmente porque fui preso de la mala suerte al momento de cambiar de canal y siempre perderme los mejores momentos de cada partido; cambiaba tarde para encontrarme siempre con el final del grito de gol, el festejo y la repetición... frustrante.
De todas maneras no fue del todo una perdida de tiempo: En un determinado momento la camara enfocó a la tribuna del Santiago Bernabeu, observe un instante. Cuando cambie de canal me encontré con la misma imagen pero de la Bombonera. Me quedá saltando de canal en canal una y otra vez pudiendo apreciar la gran diferencia de "ambiente" que había en las tribunas de allá y de acá.
Me parecieron muy particulares las diferencias en cuanto a la forma de "vivir" los partidos que adoptamos acá y las que adoptan allá.
Para entender la raiz de estas disimilitudes uno tiene que entender cual es el "uso" que la gente le da al "ir a la cancha", ¿ porque van ?
En Europa ir a la cancha para la mayoría de la gente se puede comparar con ir al teatro. Están yendo a disfrutar un espectaculo deportivo comodamente sentados en sus butacas acolchonadas.
El público que frecuenta los estadios suele variar, la mayoría de la gente va cada tanto, comparable al cine.
La euforia es escasa, los silencios suelen ser grandes y la atención del público siempre está fija en el juego. Las canciones no existen, los gritos resultan casi fuera de lugar y la gente suele reprobar mas que alentar. Por eso no hay necesidad de utilizar alambrados o alguna separación entre los jugadores y el público que, en su mayoría, pertenece a la clase media y media alta.
Los goles se aplauden mas de lo que se gritan, y muchos ni se paran al momento de las acciones que llevan peligro de gol.
Al finalizar el encuentro se retiran pacifica y ordenadamente. Probablemente unos minutos después volviendo a sus casas ya ni les aflije o alegra el resultado.
En este país el Futbol es "Pasión de Multitudes" como el conocido termino bien describe. Pero en este caso me voy a centrar en el significado original de la palabra Pasión.
Las pasiones del espiritu eran, para los griegos, los impulsos y descargas irrefrenables del alma que hacen al ser humano cometer errores para luego darse cuenta de ello y en acto de arrepentimiento sufrir la famosa "Catarsis": purificación del espiritu y el alma.
En una cancha de futbol del ambito local todo esto aparece junto. La gente va a la cancha para descargar las presiones que la vida presenta. Está pasión genera una abstracción casi total de la realidad cotidiana.
La gente que va a las populares es en general gente de clase media baja y baja; muchos integrantes de la clase obrera que una vez por semana, a puro grito, salto y emoción descargan y olvidan todo aquello que los aqueja en la tan complicada vida del Siglo XXI.
Muchísimas veces se observan en las populares personas que no miran el partido, simplemente están parados en las butacas o las barandas mirando hacia la hinchada cantando y agitando los brazos, remeras o banderas como si fueran directores de la orquesta (un poco vulgares).
La magnitud de la competencia entre las barras suele sobrepasar aquella que se lleva a cabo dentro del campo de juego entre los dos equipos. Las canciones son el caballito de batalla (porque realmente suelen ser batallas) y las connotaciones en ellas presentes serán motivo de orgullo para locales y humillación para el equipo contrario. Los datos históricos están siempre presentes, junto con miles de ironías y frases con el arraigo de profundos deseos de provocar dolor a un hincha enemigo. Ni hace falta decir que estas batallas a veces cobran demasiada realidad transformandose en violencia fisica, pero no me voy a detener en aquello (Además no es una diferencia entre culturas ya que en Europa sucede también, aunque con menos periodicidad)
El gol es el momento de máxima euforia. Provoca afonías directamente proporcionales a la diferencia en el resultado o la cantidad de goles. Silbidos, gritos, saltos, gente colgada del alambrado y demasés.
Una vez terminado el juego (y cuando las pasiones no se transforman en trifulcas), la gente se retira con el humor siempre reflejado en el resultado. A comer y dormir temprano, sin querer conversar con nadie y ni ahí comprar el diario al otro día si el equipo perdió. A festejar con una gran cena acompañada de mucho alcohol si el equipo ganó; luego ver el repaso de la fecha entrada la madrugada del lunes y despertarse con Olé camino al trabajo para revivir la felicidad del día anterior.
Creo que hay pocos detalles de la vida cotidiana de una ciudad europea que disiente tanto con lo sucedido en Buenos Aires como es la forma de vivir el Futbol y la asistencia a los estadios.
Igualmente me queda una duda... ¿Cuales serían las reacciones si invirtieramos el papel de un individuo de la tribuna del Madrid con un hincha de Boca?
Me imagino a un Español sentado incomodamente en los escalones de la Popu con su tapado de piel, sus zapatos de gamusa y su puro humeante. Siendo observado como si fuera un mono de circo por la 12 que no sabrían si escupirlo o reirse a carcajadas por el sin sentido que la situación provocaría.
Del otro lado veo a un gordito en cuero con un tetra en una mano y la remera siendo revoleada por la otra; todo sudado, saltando y mirando hacia las gradas superiores del Bernabeu al grito de:
"Vamoooooss! gallegos amargos, Canten!"
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